El amor es un arte
He vuelto a releer "El arte de amar" de Erich Fromm siendo ya una mujer más madura y con años de terapia sobre mis espaldas. Y me encantaría poder contarles lo que Fromm opina sobre el amor. Haré todo lo posible en parafrasearlo lo mejor que pueda y, sobre todo, con mucha humildad.
Erich Fromm dijo hace medio siglo: “el amor es la única respuesta sana y satisfactoria al mayor problema de la existencia humana”. ¿Qué quiso decir con esto?
¿Cuál es el mayor problema del ser humano?
Para Fromm es la SEPARATIDAD (separateness en inglés). Los seres humanos somos seres con consciencia y nos damos cuenta de nuestra soledad existencial. De que estamos separados de cualquier otro ser humano y que solo nos tenemos a nosotros mismos. Solo somos una partícula en un universo tan grande que no podemos ni imaginar.
Esta realidad de la condición humana es lo que nos hace buscar la conexión con algo más grande que nosotros mismos. Precisamente, para aliviar esa separatidad que sentimos. Además, vivimos en una sociedad que nos lleva a sentirnos cada vez más solos.
En nuestra sociedad moderna donde cada día nos sentimos más solos, los seres humanos hemos encontrado una estrategia para sentirnos menos separados del resto: a través del amor romántico o de encontrar una pareja.
Encontrar ese amor romántico pasa a ser unos de los objetivos fundamentales de nuestras vidas. Por eso, vemos películas románticas o leemos historias de amor. Para Fromm es como si estuviéramos hambrientos de amor y por eso ponemos tanta energía y esfuerzo en encontrar ese amor.
¿Quién quiere morir solo? Nadie. Por este motivo, trabajamos muy duro para encontrar estrategias para conseguir ese amor.
El mercado del amor
Y aquí parafraseando a Fromm digo: considerando la cantidad de relaciones amorosa que fracasan, ¿cómo es posible tanto fracaso amoroso con todo el esfuerzo que hacemos? Aquí Fromm nos dice que usamos una muy mala estrategia. Ésta consiste en hacernos más adorables o encantadores yendo al gimnasio, teniendo un trabajo mejor, estando más guapos, pero... ¿esto realmente hace que sea más fácil encontrar el amor?
Para el autor, lo que hacemos es convertirnos en un producto para ser expuesto en el mercado de la personalidad. En este mercado: vendemos, compramos o negociamos con nosotros mismos y con los demás, en nombre de ese amor.
Elegimos a aquella persona que parece que nos conviene más y entramos en una transacción de beneficio mutuo. Donde recibimos una subida de endorfinas y unos sentimientos, y de repente: “ha sucedido”. Estamos enamorados. El amor ha llamado a nuestra puerta. Es como si fuera un proceso pasivo, y por ello Fromm lo llama amor inmaduro, narcisista, transaccional. Donde dos personas necesitadas llegan a un acuerdo y cada uno tranquiliza las inseguridades y necesidades del otro.
El amor es un sentimiento, es un nombre, es un sustantivo. Y al final amamos la idea del otro más que a la persona misma.
Fromm piensa que, en estas relaciones transaccionales, la intensidad de ese amor loco que sentimos se correlaciona con la intensidad de la soledad que sentíamos antes. Esto no es amor, es más bien, qué puedes hacer por mí y qué puedo hacer por ti como una especie de devolución.
Esa es una de las razones por las que las parejas fracasan. Porque somos productos consumibles, reemplazables y desechables. Elegimos a la gente en función del beneficio que nos pueden aportar y eso: es garantía de fracaso.
Esta estrategia es sumamente pobre, ya que consiste en que nos rasquemos la espalda mutuamente. Lo que al principio nos parece maravilloso, al final nos cansa y nos aburrimos de que nos rasquen de esa manera.
Aprender a estar solos
Fromm piensa que la solución para amar de verdad y con toda nuestra capacidad es APRENDER A ESTAR SOLOS.
Cada vez que una relación falla, reajustamos nuestra estrategia para encontrar amor. Buscamos de manera más selectiva y nos esforzamos más por ser encantadores. Pasamos mucho tiempo con esto y muy poco con lo que es básico: cómo vemos el amor en primer lugar.
Es curioso que teniendo en cuenta lo importante que es para nosotros estar en pareja, el poco tiempo que le dedicamos a entender de verdad en qué consiste el amor.
Uno de los errores más comunes según el autor, es creer que el amor es una cosa, cuando en realidad es una facultad. El amor no es un sustantivo, es un verbo. El problema es nuestra capacidad o habilidad para amar. ¿No os parece que tendríamos que dedicarle más tiempo a desarrollar esta habilidad?
Por supuesto, según Fromm, no tendríamos que tener en cuenta para nada lo que la otra persona puede hacer por nosotros. Y aquí viene una idea fundamental del libro: NUNCA PODREMOS AMAR A NADIE HASTA QUE PODAMOS AMAR A TODO EL MUNDO. Porque sino estaremos eligiendo a las personas en función de los beneficios que nos aportan.
Por ello Fromm nos dice una y otra vez que: hasta que no sepamos estar solos no podremos amar de verdad. Es solo desde este lugar, donde no tenemos una lista de necesidades para ser cubiertas por la persona elegida, donde podemos ver a las personas por lo que son y no por lo que esperamos de ellas.
El amor es una elección activa que hacemos de ver amor en todo y en todos. Por eso el amor es la única respuesta sana y satisfactoria a nuestra profunda soledad. Y para ello, tenemos que proyectar amor hacia todos y recibiremos ese mismo amor no condicionado por parte de otros.
El amor es un trabajo a jornada completa
Poner esto en práctica no es fácil, no es un trabajo de media jornada y aquí es donde surge la idea de que EL AMOR ES UN ARTE.
Pensad en los artistas que se dedican completamente a distintos tipos de arte. Se entregan por completo a esos procesos artísticos con una dedicación absoluta, llegando a ver y percibir el mundo desde un punto de vista completamente distinto del resto de nosotros. Su inmersión y su dedicación es total, pasando a formar parte de sus células. Aquí me viene a la mente mi primo Edgar. Un guitarrista y compositor enorme, que dedica horas de su día a mejorar su técnica.
El proceso artístico para Fromm requiere que nos centremos en cuatro cosas:
Humildad: hay que aproximarse al proceso de crecimiento con humildad sin creer que lo sabemos todo. Tenemos que ser objetivos a la hora de amar a alguien. Si solo elegimos para amar a aquellos que consideramos que valen la pena, nos estamos saboteando.
Coraje: el proceso de mejorar en algo es incómodo. Nos enfrentamos a bloqueos, incomprensión y resistencia. A pesar de esto, hay que seguir adelante. Muy a pesar de la incomodidad con valor y coraje.
Fe: para ser un maestro de algo tengo que dedicarle horas y horas. Cometiendo error tras error. Por momentos será muy frustrante y creeremos que es imposible conseguirlo. Los que lo siguen intentando, son los que tienen una fe racional en el proceso. Aceptan los fracasos con fe, en que al final lo lograrán.
Disciplina: el amor no es un proceso pasivo, el amor es algo que hacemos y lo hacemos cada día con disciplina.
Para ser maestros en el arte de amar tenemos que amarnos a nosotros mismos primero. Repito, TENEMOS QUE AMARNOS PRIMERO A NOSOTROS MISMOS, para luego poder amar a otros de manera sana y generosa.
Al amor es un arte.
La vida es un arte.
Gracias por vivir y amar.
Buen día. Buena vida.
Vero.
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